Una cosa que preguntáis mucho y que, para mí, nunca pasa de moda es el protocolo para invitados. ¿Cómo organizar una cena? ¿Cómo siento a los invitados? ¿Es correcto regalar ésto o aquello? ¿El platito del pan, a la izquierda o a la derecha? Y la ganadora, la pregunta que más se repite: «Si me traen vino a casa porque yo soy la anfitriona… ¿he de abrir la botella que traen? ¿o es más correcto guardársela para otra ocasión?»
El tema, como os podéis imaginar, da para escribir un libro. Pero aquí vamos a ver unas cuantas pinceladas separando bloques temáticos para que sea más fácil.
Protocolo para invitados: cómo y dónde sentar a los comensales
La persona a honrar, la de mayor edad: la «más importante” se sentará a la derecha de los anfitriones. Hemos de aclarar que todo el mundo es importante, y si no fuera así, vuestro trabajo será trasladar la impresión de que es así.
Si es posible intercalaremos géneros en la disposición de los comensales: un señor, una señora, un señor… separando matrimonios. Así evitaremos situaciones incómodas y permitiremos que los cónyuges disfruten por separado, cosa enriquecedora. Algunas personas llaman a esto «descanso matrimonial».
Como he dicho antes, tu trabajo como anfitrión es hacer que se sientan sobre todo cómodos. Como en su casa, e iguales en importancia. Un detalle a tener en cuenta, en caso de contar con un invitado que no conoce a los demás comensales, o especialmente tímido, o viene sin pareja, volcarte en él para que se sienta integrado.
Protocolo para invitados: ¿Qué hacer cuando un invitado te regala vino?
Ante todo, naturalidad.
Lo más correcto, o quizás lo más sencillo sea preguntar a la persona que lo ha traído si quiere que lo abras.
Solo tú conoces el menú. Por eso tendrás pensado el maridaje con unos vinos concretos, adecuados para los alimentos. Según sea un vino u otro, esto implicará que ya tengas el vino abierto de antemano. Para airearlo o decantarlo (en función de las propiedades del vino), siempre con la temperatura perfecta. La llegada de nuevos vinos podría ser un quebradero de cabeza, por eso lo mejor: naturalidad. Preguntas tranquilamente si quiere que lo abras. Si no hubieras preparado el vino, y te parece una buena opción, ¡adelante!
No quiero dejar pasar la ocasión para deciros que los vinos de Beronia maridan con todo.
Protocolo para invitados: Ejerciendo de anfitrión en la mesa
Recuerda un pequeño detalle, pero crucial: es incómodo que haya diferentes conversaciones al mismo tiempo.
Imagina que la mesa es de seis comensales. Tu trabajo consistirá en procurar unificar las conversaciones. Para ello mostrarás interés en la conversación principal y reconducirás la conversación paralela preguntándoles qué opinan sobre lo que se está conversando en la principal. Sutil pero efectivo. Siempre puedes pedir auxilio al otro anfitrión, si lo hay, con un guiño o un gesto disimulado para que te ayude en la tarea. Nadie debe sentirse ofendido pero no debes perder el control para encauzar una cena con una conversación armoniosa.
Protocolo para invitados: el detalle que se lleva a una casa
Mi única recomendación es no hacer ningún regalo de carácter personal. Evita perfumes, cuadros, prendas de vestir… Evita todo lo que pueda resultar incómodo para quien recibe el detalle. Y evita condicionar «al regalado», como con el ejemplo del cuadro.
Últimamente me encanta regalar cosas que he hecho yo. Tanto como regalar productos gourmet, (galletas caseras, algún embutido ecológico, una botella de un aceite de oliva riquísimo, unas latas buenas…) porque eso siempre se disfruta.
Si queréis más ideas, visitad este artículo de la revista TELVA: Recetas para sorprender como invitada
Por ahora esto es todo, pero por favor, seguid preguntando cualquier duda en Instagram ¡Me encanta leeros!