Mi casa es siempre un no parar de gente. Hijos que vienen de fuera a pasar las vacaciones, los que están en casa pasan unos días a cambiar maletas y a por su siguiente destino… Un no parar. ¡Sobre todo ahora en verano!
Por eso siempre tengo las provisiones y la nevera en perfecto estado de revista, por si alguna hay que echar mano de la «creatividad en la cocina»
Cocina siempre preparada
No falta nunca la fruta fresca. Verduras básicas para una ensalada express, básicos para desayunos, tipo pan fresco. Una buena mantequilla, aceite de oliva de la mejor calidad, tomates listos para ser rallados… y siempre tengo preparadas unas cremas frías en la nevera.
Depende del día hay: gazpacho; ajoblanco; crema de pepino; salmorejo; vichissoise… Siempre es buen momento para tomarnos un vaso helado. Nos quita la sed y el hambre en cualquier momento.
El otro día estaba preparando un salmorejo cuando aparecieron mis dos hijas, Bea y Celia. Bea ya no vive en casa. Y Celia parece que tampoco. Siempre que me pillan cocinando y aprovechan para que les vaya enseñando algún «truquito» (yo creo que es más para hacerme compañía que otra cosa, pero sea por lo que sea ¡disfrutamos mucho!).
Les empecé a explicar los trucos de la crema, y me interrumpían sin parar: “pero ¿no decías que era fundamental el pan de hogaza?” “¿El tomate no tenía que ser pera?” … Entonces es cuando me dí cuenta de las interminables variantes que tienen estas sopas frías.
Creatividad en la cocina con el salmorejo
El salmorejo básico lo hago con tomate, pan, aceite, y una punta de ajo.
Pero hay días que me “ahorro” el pan y lo espeso con zanahoria. ¡Está riquísimo! Otros días, en los que el segundo plato es más ligero, frío un huevo y lo añado ¡frito! a la crema antes de triturar. Otros lo aliño con aceite y vinagre, y otros, paso del vinagre y añado una pizca de comino…
El truco es ir probando. Cuando te guste, ¡listo! ¿Qué más da si no sigues la receta al pie de la letra? Está bueno ¿no? Pues adelante. Seguir las recetas al pie de la letra es fantástico porque adquieres confianza en ti mismo. Pero si os pica el gusanillo de la cocina, enseguida desarrollaréis un sexto sentido de poner aquí y quitar allá…. No pongáis límites a vuestra imaginación, y ¡a la cocina!